Inicio

Sergio Ibáñez se pone a la búsqueda de ‘estrategias y prácticas vitícolas sostenibles de adaptación al cambio climático’

  • Sergio Ibáñez se pone a la búsqueda de ‘estrategias y prácticas vitícolas sostenibles de adaptación al cambio climático’

Sergio Ibáñez Pascual (Logroño, 1973), doctor ingeniero agrónomo, investigador del ICVV a través del Gobierno de La Rioja, participa en un proyecto Interreg POCTEFA que comenzó con fecha del 1 de octubre. Estos proyectos que tienen como objetivo la cooperación transfronteriza entre España, Francia y Andorra, reúne, en este caso, a cinco socios. Tres españoles: el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (NEIKER), la Dirección General de Desarrollo Rural, Agricultura y Ganadería del Gobierno de Navarra y el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV), y dos franceses: La Chambre d’agriculture des Pyrénées-Atlantiques (CDA) y el Institut Français de la Vigne et du Vin (IFV). El acrónimo del proyecto es VITISAD y su título  ‘Estrategias y prácticas vitícolas sostenibles de adaptación al cambio climático’. “El proyecto –nos dice el investigador– está enfocado en la prevención de los riesgos que puedan ocasionar los efectos de dicho cambio y su objetivo es fomentar las prácticas de estrategias de adaptación al cambio climático en esta zona occidental de España/Francia. Para ello, llevaremos a cabo, no solo ensayos agronómicos, que son ya clásicos de la investigación y que vamos a repetir en las diferentes zonas del estudio para conocer los distintos comportamientos ante factores como los cambios de temperatura o el régimen de precipitaciones, sino que también estos ensayos van a aportar un  aspecto novedoso, muy interesante, que es el contacto directo con viticultores o técnicos de bodegas, que nos hablarán de su visión y nos comentarán los problemas a los que se enfrentan”. De esta forma los investigadores saldrán de su ‘cerrado mundo’ para compartir inquietudes con los que directamente están sufriendo en sus viñedos este cambio climático.

 

La primera reunión del proyecto tendrá lugar en enero de 2020 para confirmar el esquema de trabajo, propuesto en la Memoria del proyecto, y determinar cómo se van a realizar los ensayos o la transferencia de esos ensayos. El proyecto contará con una web, un newsletter, comunicados a prensa, boletines informativos, vídeos, materiales promocionales y cuando haya resultados, artículos tanto científicos como divulgativos así como conferencias –una en la mitad del proyecto, la segunda al final del mismo– para presentar y explicar los resultados. “Además se van a elaborar dos guías, una más técnica con todas las prácticas que se pueden realizar y que llegará a todo el sector y una segunda, más manejable y práctica con las experiencias que se obtengan con los agricultores y técnicos con los que se va a trabajar. Elegiremos a dos agricultores o técnicos de cada uno de los socios, para que compartan experiencias, y de ese intercambio nacerá una publicación”. 

 

De partida, Sergio Ibáñez menciona que practicar una “buena técnica del riego es fundamental”, a ello debemos sumar el uso de cubiertas vegetales para combatir la erosión que producen las lluvias torrenciales; también planteamos ensayos de abonado orgánico natural para incorporar carbono al suelo y mitigar las emisiones de CO2; la adaptación del material vegetal, de hecho estamos seleccionando nuevos clones de tempranillo y graciano cuyos ciclos de maduración se adapten mejor al nuevo escenario que trae el cambio climático o prácticas para disminuir el efecto de altas temperaturas en el racimo que producen a veces pérdidas de color y acidez, aunque siempre se trata de recomendar el uso de estrategias combinadas”.

 

El presupuesto total de este proyecto asciende a 657.827 euros y está financiado en un 65 % por la Unión Europea a través de fondos FEDER.