Inicio

Los investigadores Pedro Balda y Fernando Martínez de Toda publican ‘Variedades minoritarias de vid en La Rioja’

Los investigadores del ICVV Pedro Balda y Fernando Martínez de Toda han publicado ‘Variedades minoritarias de vid en La Rioja’ que recoge por primera vez los resultados del análisis ampelográfico y la caracterización genética de 36 variedades minoritarias recuperadas en los viñedos riojanos, además de otras tres ya conocidas (Tempranillo Tinto, Garnacha Tinta y Graciano), pero que también se han incluido porque pueden servir de referencia en el análisis de los resultados.

Esta publicación, a cargo de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja, supone la culminación de un estudio iniciado hace varios años con el objetivo de preservar la riqueza del patrimonio genético vitícola de una región como ‘Rioja’, recuperando variedades minoritarias en riesgo de desaparecer y cuyo conocimiento permite producir uva de calidad y obtener vinos ligados al territorio con una mayor diversidad y originalidad.

Sobre cada una de las variedades minoritarias locales recuperadas se detallan su origen y antecedentes, las particularidades morfológicas, su comportamiento vitícola, características enológicas, su descripción sensorial, aromática y gustativa; y se incluyen láminas con fotografías que permiten una fácil identificación. El banco de germoplasma del ICVV ha servido de base del estudio donde, además de analizar el ADN de cada variedad, también por primera vez se han realizado vinificaciones de todas las variedades con el fin de identificar sus características enológicas y sensoriales, y poder conocer qué posibilidades ofrecía cada variedad en campo y en bodega, así como su posible interés comercial.

Pedro Balda ha explicado que el trabajo se inició en el viñedo para continuar en el proceso de elaboración y caracterización de los vinos en la bodega. Ha sido un proceso largo que ha tenido resultados muy satisfactorios, gracias también a la colaboración de muchas personas, empezando por los viticultores. En este sentido, cree que es fundamental seguir esta línea de investigación "con el imprescindible apoyo del sector porque aún quedan variedades por recuperar".

Por su parte, Fernando Martínez de Toda ha subrayado el interés de contar con información precisa sobre el comportamiento vitícola y enológico de las variedades minoritarias para afrontar cuestiones como el cambio climático, la resistencia a determinadas enfermedades o la pérdida de diversidad de vinos.

En cualquier zona vitícola conviven una viticultura ‘tradicional’, basada en la cultura propia de la región y las variedades arraigadas para obtener un vino clásico cada vez mejor elaborado, y una ‘moderna’, que busca un producto acorde con los gustos internacionales y recurre a variedades más conocidas, generalmente foráneas. Para Martínez de Toda, en ambos casos se pueden producir vinos de alta calidad, aunque "la principal diferencia radica en que, en el primer caso, mantenemos la diversidad genética típica de nuestra cultura mediterránea y elaboramos un vino propio, particular y diferenciado del resto; mientras que en el segundo caso obtenemos un producto más homogéneo y estandarizado, más parecido al de otras regiones y países, lo que produce una pérdida de la originalidad de los vinos al estar menos ligados a la zona de producción".

Proyecto de investigación entre Universidad y CIDA

En el origen de la Tesis de Pedro Balda, que ha servido de base para la redacción del libro, se encuentra el proyecto ‘Variedades de vid minoritarias en la DOCa Rioja: posibilidades de cultivo y elaboración" en el que investigadores de la Universidad de La Rioja y del Centro de Investigación y Desarrollo Agrario (CIDA) del Gobierno regional trabajaron entre 1999 y 2003, con financiación del propio Consejo Regulador.

Como resultado del proyecto se recuperaron 76 accesiones que se guardaron en un banco de germoplasma primero en Bodegas Viña Ijalba, y luego se replicó y plantaron las variedades en las instalaciones de la Finca Institucional de La Grajera, que acoge en la actualidad las instalaciones del Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino.

Como consecuencia de este proyecto, el Consejo Regulador de la DOC Rioja acordó, por unanimidad, en enero de 2007 la incorporación al Reglamento de la Denominación de las variedades minoritarias Maturana Tinta, Maturana Blanca, Tempranillo Blanco, Monastel y Turruntés. Fue la primera vez en el mundo que se autorizaron variedades minoritarias recuperadas en una Denominación.

En la actualidad, siguen apareciendo otras variedades autóctonas como es el caso de la Cadrete, rescatada en un viñedo viejo de Briones el año pasado.

La Consejería de Agricultura ha editado 1.500 ejemplares de la obra ‘Variedades minoritarias de vid en La Rioja’ y se podrá adquirir en las librerías y en el Instituto de Estudios Riojanos (IER) al precio de 18 euros.

Los autores

Pedro Balda es Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Lérida, y Doctor en Enología por la Universidad de La Rioja. Actualmente, es coordinador del módulo de Viticultura del Máster de Viticultura y Enología de la Fundación de la Universidad de La Rioja e investigador en variedades de vid en la Universidad de las Islas Baleares. Sus inicios en la viticultura y en la elaboración de vinos vienen desde muy pequeño de la mano de su padre, viticultor en San Vicente de la Sonsierra, a lo que se añaden numerosas estancias en universidades o bodegas de diferentes países: Portugal, Hungría, Chile, California y Australia. Es autor de más de una veintena artículos científicos y técnicos en prestigiosas revistas españolas e internacionales, así como de dos capítulos de libro y numerosas contribuciones en actas de congresos y jornadas.

Fernando Martínez de Toda. Además de viticultor, es Doctor Ingeniero Agrónomo y Catedrático de Viticultura en el área de Producción Vegetal de la Universidad de La Rioja, e investigador del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV). Desarrolla su actividad docente en el Grado de Enología y Máster de la UR desde hace 38 años. Entre sus líneas de investigación destacan la preservación y caracterización de germoplasma de vid, el estudio de variedades de vid minoritarias y la ecofisiología del viñedo y calidad de la uva en relación con el cambio climático. Es autor de una veintena de libros, monografías y capítulos de libro sobre viticultura y de más de doscientos trabajos científicos y técnicos editados en las principales publicaciones españolas y extranjeras del sector así como en actas de congresos y jornadas. Ha recibido cuatro Premios Internacionales de Viticultura otorgados por la Oficina Internacional de la Viña y del Vino (OIV), París, en 1986, 1991, 2003 y 2008.