Investigadoras e investigadores del CIC bioGUNE, Instituto Biofisika, NIH (National Institutes of Health, EEUU), BSC (Barcelona Supercomputing Center) e ICVV (Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino) concluyen que las proteínas que necesitan ser recicladas coordinan su propia “recogida selectiva”
El trabajo, publicado en la revista Nature Structural & Molecular Biology, logra entender el proceso de reciclaje de proteínas a nivel atómico, fundamental para diseñar mecanismos que corrijan los errores por los que algunas proteínas no se reciclan eficientemente o terminan en lugares de la célula que no les corresponde
Un equipo multidisciplinar de investigación del CIC bioGUNE, Instituto Biofisika, NIH, BSC e ICVV han revelado la estructura de una de las máquinarias celulares para reciclar proteínas. Esta maquinaria se conoce como ESCPE-1 (abreviatura en inglés de “Endosomal Sorting Complex Promoting Exit 1”) que sirve para transportar y reutilizar más de 60 proteínas diferentes.
Una actividad cotidiana en nuestros quehaceres domésticos es separar el papel, vidrio, latas y plástico, para luego depositarlos en los contenedores adecuados. Gracias al reciclaje conseguimos reducir el consumo de recursos, ahorrar energía y minimizar los residuos. De manera análoga nuestras células reciclan muchos de sus componentes para lograr los mismos beneficios.
La investigación ha sido publicada en Nature Structural & Molecular Biology, una de las revistas científicas de mayor impacto a nivel internacional en el campo de la biología estructural y molecular.
Conceptualmente el estudio aporta una idea muy simple, pero a la vez fundamental. Las proteínas que necesitan ser recicladas coordinan su propia recogida selectiva.
El trabajo, que ha sido desarrollado durante los últimos cinco años, ha utilizado dos de las técnicas más relevantes de la biología estructural, la cristalografía de rayos-X, y la crio-microscopía electrónica, junto con métodos de biología computacional y cálculos energéticos desarrollados por los investigadores Miguel Romero Durana y Juan Fernández Recio del grupo de Bioinformática Estructural, Modelado y Mecanismos Biológicos del ICVV, que, en su conjunto, han permitido abordar con éxito este estudio.
El artículo completo puede consultarse en: https://doi.org/10.1038/s41594-023-01014-7